Sobre la vitamina D y el sistema inmunitario
La vitamina D tiene varias formas. Su forma inactiva o inicial, el colecalciferol, se produce en la piel cuando se expone a la luz solar, y también puede ingerirse a partir de algunos alimentos naturales, como los pescados grasos, las setas expuestas a la luz solar y los suplementos, incluidos los que se añaden habitualmente a la leche de vaca que se encuentra en el supermercado.
Esta forma de vitamina D ingerida o producida por la piel es inactiva, y debe sufrir dos modificaciones llamadas hidroxilaciones para convertirse en vitamina D activa, llamada calcitriol. Estos dos pasos se producen primero en el hígado y luego en los riñones. El calcitriol tiene múltiples efectos biológicos y actúa de muchas maneras como una hormona. Interviene en el control de los niveles de calcio y fosfato y en el metabolismo; esto implica la absorción intestinal y el metabolismo óseo. Tiene otros efectos sobre el crecimiento celular, la fisiología neuromuscular, la función inmunitaria y limita la inflamación.
Varias observaciones científicas apoyan el papel de la vitamina D tanto en la prevención como en el tratamiento del Covid-19. La primera es que las personas con deficiencia de vitamina D tienen más probabilidades de dar positivo en las pruebas del virus SARS-CoV2. La segunda es que las personas que experimentan una insuficiencia respiratoria aguda con este virus, tienen más probabilidades de tener una deficiencia de vitamina D. La tercera es que se ha descubierto que los pacientes hospitalizados con Covid-19 tienen muchas menos probabilidades de requerir ingreso en la unidad de cuidados intensivos, si se les administran dosis elevadas de vitamina D. La cuarta es que se ha encontrado una correlación que indica que las subpoblaciones hispana y negra tienen una mayor incidencia de la deficiencia de vitamina D, y también se ven afectadas de forma desproporcionada por el Covid-19.
La exposición moderada al sol y/o la ingesta de suplementos de vitamina D son formas razonables de garantizar unos niveles adecuados de vitamina D. De 1000 a 3000 UI de vitamina D son dosis comunes y bien toleradas.
Muchos médicos recomiendan la administración de suplementos de vitamina D de 3.000 UI diarias para la prevención y el tratamiento de la covida-19.